Cuando será el día que en que nos demos cuenta de la importancia y el papel preponderante que tienen nuestras instituciones.
La gente, muchas veces, al defender aquellos lugares por lo que sienten afecto; olvidan lo más importante.
La biblia reza: “quién esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.
Sucede que el ser humano es en su creencia la mayor obra de ingeniería biológica. Pero sigue siendo tan imperfecto como las obras que produce.
Los científicos y tecnólogos saben bien que toda obra humana tiene fecha de vencimiento.
Aquí hay que entender que seres imperfectos, sólo, pueden crear cosas perfectibles, pero no perfectas.
Buscar siempre chivos expiatorios, no es la mejor manera de ayudar a la evolución de la humanidad.
Todos tienen razón, hasta que dejan de tenerla, y aun en esta dimensión son ciertas aquellas cosas según nuestro propio parecer.
Tanto hoy como ayer habrá cosas que se hicieron bien y otras que se harán mal.
Es importante mirar y analizar que hacemos, los seres humanos; cuando actuamos colectivamente.
No tiene nada de malo pensar que las instituciones deben ser perfectas; máxime cuando son únicas en su tipo, y en una región determinada.
¿Por qué cuesta tanto que todo funciones como un reloj suizo?
Es extraño ver como la gente, que pertenece a una institución, es capaz de ver lo que sucede en otra institución de la cual no forma parte.
Y lo que es peor hay gente que ha pasado por varias instituciones; pero defiende sólo aquella en la que actualmente se encuentra.
Un problema grave es el anquilosamiento institucional, la falta de evolución institucional a la par de los nuevos tiempos. Las instituciones sufren por falta de dinámica.
Todos saben, lo que hay que hacer, pero cuando las cosas se hacen mal la culpa es de los medios que hacen trascender los hechos.
Volvamos a los principios, resolvamos aquellas viejas preguntas filosóficas ¿Cuál es el papel o la misión que nos toca cumplir en la vida? ¿Cuál es la finalidad de nuestra existencia?
Seamos capaces de madurar, como sociedad, y a la vez seamos positivos con los cambios.
Exijamos el cumplimiento de la ley y respetemos su imperio.
Defendamos la tradición de las buenas costumbres y dejemos de lado las malas costumbres.
Aprendamos a asumir que también es culpa de la mayoría, el vivir la historia con sus altibajos, nosotros tenemos una historia muy rica. Es lo que es y tenemos que hacernos cargo.
Si no somos capaces de ver y aprender de nuestra propia realidad, de quien vamos aprender algo.
Somos parte de un Estado organizado y no debemos aceptar que el orden público se pierda; por la falta de uso.
Seamos honestos, con nosotros mismos, y comencemos a transitar, juntos, una historia que todavía no ha sido escrita, ni enseñada.
Siempre estamos o del lado de la minoría o del lado de la mayoría, y no hay más opciones.
El proceso es simple, las mayorías eligen como vivir, cuando las minorías no están de acuerdo objetan y con la ayuda de la mayoría revierte el estado de las cosas. Volviendo así al estado democrático ideal, donde la mayoría decide.
Seamos electores de la vida, y elijamos como queremos vivir.
Decidamos con justicia y buena voluntad nuestro destino como sociedad; para no tener que ocultárselo a nuestros hijos y nietos en el futuro.
El tiempo es el juez que le da la razón, en forma imparcial, a quién se la merece.
Como dijo Sócrates: “Entre dos hombres de igual fuerza, siempre, es más fuerte el que tienen la razón.”
Escrito por: EL TROYANO-
