SE TRATA DE LOS ALUMNOS DE 3° AÑO DE LA ESCUELA 737 SOLDADO MARIO ALMONACID APADRINADA POR DIARIO PATAGONICO
Cerca de 40 jóvenes participan de una campaña solidaria que busca ayudar a la comunidad de Arroyo Chalía, ubicada 100 kilómetros al oeste de Río Mayo. Sus precarias condiciones de vida fueron el motor que impulsó la solidaridad. Ahora, los jóvenes buscan el apoyo de toda la comunidad comodorense, ya que los viernes y sábados de noviembre juntarán, ropa, alimentos y juguetes en la plaza de la Escuela 83.
Arroyo Chalía se encuentra 100 kilómetros al oeste de Río Mayo, y es la última comunidad tehuelche de Argentina. Allí viven 25 familias que no tienen agua potable, tampoco gas, y mucho menos una escuela. Sus hijos conocen lo que es el desarraigo desde pequeños, es que su única oportunidad es estudiar en los colegios de Río Mayo, poblado a través del cual logran tener un vínculo con las instituciones del Estado.
En invierno el clima vuelve aún más inhóspita las condiciones de vida, y por si fuera poco, todavía en el siglo XXI sufren las estafas de la gente de la ciudad. De acuerdo a algunas denuncias, le compran el kilo de lana a 4 pesos, sabiendo que ronda los 7 dólares en el mercado.
Los alumnos de tercer año polimodal de la Escuela 737 Soldado Mario Almonacid, la cual es apadrinada por Diario Patagónico, vieron estas magras condiciones de vida a través de un video que acercaron desde el Sindicato de Camioneros. La realidad los sorprendió, por esta razón, decidieron no quedarse con los brazos cruzados, y accedieron a realizar el proyecto educativo y solidario que plantearon las autoridades del establecimiento.
Ahora se encuentran juntando ropa, juguetes, alimentos no perecederos, entre otros productos para llevarlos a esta comunidad, y también al hospital de Río Mayo que carece de algunos insumos.
Diario Patagónico dialogó con Katia Tenorio, Pablo Araneda, Rocío Torres, Laura Uzqueda y Yesica Ojeda, un grupo de estudiantes que trabaja en la recolección de los productos.
“Empezamos a juntar cosas a mitad de año, pero recién ahora se pusieron las pilas todos y nos dimos cuenta que hay un montón de ropa juntada que trajeron en dos o tres días, igual tenemos planeado realizar una campaña en la plaza 83”, explicó Rocío.
De esta forma, los chicos durante noviembre estarán los viernes de 18 a 20 y sábados de 16 a 20 en la plaza. Allí se puede acercar la gente para realizar sus donaciones.
JOVENES SOLIDARIOS
En Arroyo Chalía se vive del ganado, de la lana, soportando los metros de nieve que caen cada invierno. Allí las casas son precarias. Los chicos están entusiasmados por su visita, la cual se concretará el 29 de noviembre, hasta el 2 de diciembre.
“Nos llama la atención cómo viven. Es muy distinto, viven en casas de chapa, ya ni casitas son, hace pensar todo esto”, reconoció Pablo.
El proyecto surgió a principios de año ideado por el entonces director, Juan Carlos Agüero; la vicedirectora, Graciela Viltes; y la profesora de Educación Física, Magui Baigorria, con el objetivo de que por primera vez la institución realice un viaje de estudio.
Para los docentes es un orgullo el trabajo que realizan los chicos. Por el momento ya cuentan con un camión para transportar los alimentos, y sólo les falta un colectivo con capacidad para 30 pasajeros, por lo que piden la colaboración de alguna empresa.
“Queremos que los chicos tengan un día completo para estar con la gente de la comunidad. Allí además hay un patrimonio histórico importante que no está valorado. Los chicos tienen que dejar la semilla de que esto tiene que seguir, ellos tienen esa misión, plantar la semilla para que siga habiendo viajes de estudio con valores”, resumió la vicedirectora, Graciela Viltes.
En invierno el clima vuelve aún más inhóspita las condiciones de vida, y por si fuera poco, todavía en el siglo XXI sufren las estafas de la gente de la ciudad. De acuerdo a algunas denuncias, le compran el kilo de lana a 4 pesos, sabiendo que ronda los 7 dólares en el mercado.
Los alumnos de tercer año polimodal de la Escuela 737 Soldado Mario Almonacid, la cual es apadrinada por Diario Patagónico, vieron estas magras condiciones de vida a través de un video que acercaron desde el Sindicato de Camioneros. La realidad los sorprendió, por esta razón, decidieron no quedarse con los brazos cruzados, y accedieron a realizar el proyecto educativo y solidario que plantearon las autoridades del establecimiento.
Ahora se encuentran juntando ropa, juguetes, alimentos no perecederos, entre otros productos para llevarlos a esta comunidad, y también al hospital de Río Mayo que carece de algunos insumos.
Diario Patagónico dialogó con Katia Tenorio, Pablo Araneda, Rocío Torres, Laura Uzqueda y Yesica Ojeda, un grupo de estudiantes que trabaja en la recolección de los productos.
“Empezamos a juntar cosas a mitad de año, pero recién ahora se pusieron las pilas todos y nos dimos cuenta que hay un montón de ropa juntada que trajeron en dos o tres días, igual tenemos planeado realizar una campaña en la plaza 83”, explicó Rocío.
De esta forma, los chicos durante noviembre estarán los viernes de 18 a 20 y sábados de 16 a 20 en la plaza. Allí se puede acercar la gente para realizar sus donaciones.
JOVENES SOLIDARIOS
En Arroyo Chalía se vive del ganado, de la lana, soportando los metros de nieve que caen cada invierno. Allí las casas son precarias. Los chicos están entusiasmados por su visita, la cual se concretará el 29 de noviembre, hasta el 2 de diciembre.
“Nos llama la atención cómo viven. Es muy distinto, viven en casas de chapa, ya ni casitas son, hace pensar todo esto”, reconoció Pablo.
El proyecto surgió a principios de año ideado por el entonces director, Juan Carlos Agüero; la vicedirectora, Graciela Viltes; y la profesora de Educación Física, Magui Baigorria, con el objetivo de que por primera vez la institución realice un viaje de estudio.
Para los docentes es un orgullo el trabajo que realizan los chicos. Por el momento ya cuentan con un camión para transportar los alimentos, y sólo les falta un colectivo con capacidad para 30 pasajeros, por lo que piden la colaboración de alguna empresa.
“Queremos que los chicos tengan un día completo para estar con la gente de la comunidad. Allí además hay un patrimonio histórico importante que no está valorado. Los chicos tienen que dejar la semilla de que esto tiene que seguir, ellos tienen esa misión, plantar la semilla para que siga habiendo viajes de estudio con valores”, resumió la vicedirectora, Graciela Viltes.
