El
tribunal colegiado integrado por los jueces Daniel Pérez, Roberto Casal y
Javier Allende, realizo ayer la lectura
de una sentencia absolutoria, en el marco de una causa contra un sujeto de 47 años, que fue juzgado
como presunto autor de tres hechos, por los delitos por abuso sexual simple y
abuso sexual agravado con acceso carnal. En la oportunidad, los magistrados
coincidieron en que la parte acusadora no pudo acreditar ni la materialidad, ni
la autoría del primer hecho investigado, que se registró entre los años 1998 y
2002, cuya victima actualmente tiene 24 años.
En tanto, los jueces consideraron que si bien la
Fiscalía logro probar que una menor de 7
años de edad fue abusada sexualmente en
el año 2012, no pudo acreditar que la
persona llevada a juicio fuera el autor de esos hechos. En este contexto,
solicitaron al Ministerio Publico Fiscal, que continúe la investigación a los
fines de establecer quien fue el autor de los abusos sexuales. Finalmente, el
imputado resulto absuelto de culpa y cargo, y recupero la libertad en forma
inmediata.
En
la sala de audiencias n°1 de la oficina judicial de Sarmiento, se desarrolló
una audiencia de lectura de la sentencia
resolutiva, en el marco de una causa por abuso sexual, cuya denuncia fue
presentada año pasado.
En
la oportunidad, la parte acusadora fue representada por la Fiscal Laura
Castagno. En tanto, el acusado recibió el asesoramiento legal del abogado
Carlos Cebino.
Durante
una hora y media, los jueces Pérez y
Casal, leyeron la parte resolutiva de la
sentencia que incluyo el voto del juez Javier Allende, enviado por correo
electrónico con firma digital.
Con
respecto al primer hecho investigado, el tribunal coincidió en que luego de
escuchar los testimonios propuestos por las partes, no se pudo probar que la víctima
y el imputado hayan estado solos en un campo ubicado en Sierra Victoria o en
otros lugares donde se trasladó el grupo familiar, en el cual el acusado
haciendo uso de su fuerza física, habría abusado sexualmente del menor, en
forma continua y reiterada.
Asimismo,
indicaron que la Fiscalía no presento el examen médico legal, que hubiera
permitido acreditar la materialidad del hecho.
En
tanto, sobre la segunda y tercer
denuncia sobre los abusos sexuales que sufrió la menor de 7 años, consideraron
que los investigadores no pudieron probar el tiempo, modo y lugar en el que
ocurrieron los hechos.
En
este contexto, los jueces discreparon con la metodología de trabajo
desarrollada en las entrevistas tomadas en la cámara gesell.
En
cambio, consideraron que en estos dos casos, el examen médico legal pudo
acreditar que la menor fue abusada sexualmente, pero no se obtuvo la certeza de
que el imputado era el autor de esos aberrantes hechos.
Por
esa razón, pidieron al Ministerio público Fiscal que prosiga la investigación
de la causa judicial, a los fines de establecer quien fue el autor de los
abusos sexuales.
Finalmente,
por unanimidad, resolvieron absolver libremente de culpa y cargo, a la persona
que se encontraba detenido con prisión preventiva, quien recupero su libertad
en forma inmediata.
LOS
HECHOS
Según
la investigación de la Fiscalía, el primer hecho se registro desde febrero del
año 1998 y hasta el año 2002, primero en un campo ubicado en Sierra Victoria y
luego en diferentes lugares, a los que se trasladaba el imputado, la víctima y
su grupo familiar.
En
este sentido, los investigadores sostienen que en ese momento, el acusado se
encontraba a cargo de su hijastro de 9 años de edad. Haciendo uso de su fuerza
física, abuso sexualmente del menor, en forma continua y reiterada desde los 9
a los 13 años de edad.
En
tanto, el segundo hecho ocurrió en febrero del año pasado, en una vivienda
ubicada en el barrio Juan XXIII, de Sarmiento. Una noche, en la que el imputado
quedo a cargo del cuidado de la nieta de su pareja. La menor de 7 años de edad,
fue abusada sexualmente, luego que el imputado la amenazara con matar a su
familia, sino se sometía a sus deseos.
Finalmente,
unas semanas después del segundo abuso, se registro un nuevo hecho. En esa
oportunidad, el grupo familiar se traslado en un automóvil para asistir a una
iglesia evangélica. A bordo del rodado, quedó la víctima, junto al imputado.
Este último, nuevamente amenazo a la menor, y se dirigió al asiento trasero del
auto, para cometer el abuso.
