miércoles, 24 de junio de 2015

Los amantes del acordeón brillaron en el Primer Encuentro Internacional que se hizo en Río Mayo

CON REPRESENTANTES DE TODA LA PATAGONIA Y EL DEBUT DE JOVENES MUSICOS
En el marco de un festejo diferente de este pasado 20 de junio, Día de la Bandera, el sábado se llevó a cabo en la localidad de Río Mayo el primer festival internacional de acordeonistas, evento que reunió a una importante cantidad de participantes provenientes de diferentes localidades de la región patagónica.
El popular encuentro organizado por la Asociación de Payadores Patagónicos resultó de gran convocatoria para la gente de localidades vecinas que se aproximó a Río Mayo para estar presente. El presidente de la entidad, Guillermo Marín agradeció a quienes trabajaron junto a él para poder cumplir con este anhelado encuentro de la cultura “pueblo adentro”.
Uno de los objetivos fue poner en la escena pública ese quehacer cultural que se vive en el campo, casi en soledad y con pocas posibilidades de compartir en los grandes escenarios. Así los artistas y las familias llegaron con sus verduleras y expusieron sobre el escenario del gimnasio “Malvinas Argentinas” conocidos temas del repertorio chamamecero argentino, siendo el caso que muchos de los artistas son autodidactas del genero.
Entre los acordeonistas más populares estuvieron presentes figuras como Tito Coronati, Los Masters del Chamame con Sergio Casihuil, Alejandro Carriqueo, Ramón Urrutia, Galindo Melo, José Remeikis, Alejandro Paulette, Carlos Marín, Carlos Nahuel, Jerónimo Nahuel, Sentimiento Litoraleño, El Fuerte de la acordeón, El Negro Escobar, Luis Huenchueque, Ricardo Daniel Navarro, Thiara Navarro, Gerardo Villamayor, Darío Arancibia, José Hermosilla, entre otros. 
Hubo baile criollo, pulpería, gente arrimada al fogón donde se hacia la potranca, y los acordeonistas festejando con su público. Tal fue la demanda que algunos intérpretes no llegaron a poder presentarse por falta de tiempo.
Marín se mostró conforme con la cantidad de público que asistió al encuentro, más aún porque es la primera vez que se pueden reunir en torno a una fiesta popular como esta. “Era necesario, la gente quedó muy conforme, hay que continuar haciéndolo, los artistas tuvieron mucha predisposición para venir de distintos lugares y fue un rescate a la cultura”.
Lo que plantea el presidente de la entidad contó que el objetivo es poder institucionalizar este evento, porque los artistas así lo han pedido y a modo de ejemplo señaló que desde El Chalia llegó Galindo Melo para deleitar a la gauchada con su música, y es que “cuando ejecuta la música pone el alma y eso le llega a la gente que lo escucha emocionada”.
Ricardo Navarro, uno de los artistas que se presentó lo hizo con su hija Thiara de 9 años quien por primera vez tocó en un escenario cosechando no solo la admiración del público sino el reconocimiento de sus pares los acordeonistas. “Como artista es muy gratificante haber participado con mi hija, uno revive la emoción de tocar y de volver a juntarse, sobre todo cuando el público acompaña con tanto entusiasmo”, destacó el músico quien recibió el mejor de los regalos compartiendo escenario con su pequeña en el inicio del Día del Padre.
Otro de los invitados, Galindo Melo –un músico autodidacta- contó respecto de su actuación que para él “fue una gran sorpresa que me vayan a buscar para estar presente, porque nunca vine ni a la fiesta de la esquila y fue mi primera actuación, aunque empecé a tocar a los siete años y aprendí con el acordeón a piano, la verdulera y también le hago al bandoneón”, reconoció el vecino de El Chalía. Por otra parte, al recordar su paso por ese escenario dijo que vio que “la gente me decía que se enamoró de mi estilo, y que es bastante parecido al de Tarragó Ross, más que contento me sentí viendo a la gente bailar y disfrutar”. 
Finalmente el payador Carlos Nahuel, también acudió a la convocatoria y tocó el acordeón junto a sus dos hijos que se mostraron contentos de poder estar presentes. “Lo más lindo es que no es competitivo sino para compartir y lo que uno busca es que no se pierda el uso del acordeón, en este momento donde hasta la música puede hacerse con tecnología”, destacó. Valoró que es una práctica muy habitual de la gente de campo, aunque ahora se ha perdido ya la tradición de la señalada y la fiesta de los gauchos donde no faltaba el acordeón y la guitarra, la sortija, la taba y la jineteada. Se vivieron momentos emocionantes –dijo Nahuel- quien pidió a los jóvenes que no olviden sus raíces campestres y que procuren conocer un poco más sobre su entorno, “porque no podemos avanzar si no sabemos de dónde venimos”, expuso.

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